LA VERDAD, LA FALSEDAD Y EL HOMBRE
Entre los sacerdotes de Jagannath había uno que amaba al niño judío, Lamaas Bramas era el nombre con que este sacerdote era conocido.
Un día, mientras Jesús y Lamaas caminaban solos por la playa de Jagannath: Lamaas dijo: Mi Maestro judío, ¿QUE ES LA VERDAD?
Y Jesús dijo: Verdad es lo único incambiable.
En todo lugar hay dos cosas: VERDAD y FALSEDAD.
Verdad es lo QUE ES y Falsedad es lo que PARECE SER.
Ahora bien, la verdad es algo, y no tiene causa y sin embargo es la causa de todo.
La falsedad es nada, y, sin embargo es la manifestación de algo.
Todo lo que ha sido hecho será deshecho; lo que ha tenido principio tiene que terminar.
Todo lo que es visible al ojo humano es manifestación de algo y por lo mismo es nada; de modo que tiene que terminar.
Lo que vemos no es sino reflejo que aparece mientras los éteres vibran de tal manera, y cuando las condiciones se alteran, desaparece.
DIOS ES VERDAD. Es lo que fue, lo que es y lo que será por siempre. No puede ni cambiar, ni terminar.
Lamaas dijo: Has contestado bien. Ahora bien ¿QUÉ ES EL HOMBRE?
Y Jesús dijo: El hombre es una mezcla extraña de VERDAD y FALSEDAD, El Hombre es respiración hecha carne; de modo que verdad y falsedad hacen conjunción en él, y entonces lucha. Y la nada decrece, y el hombre como Verdad mora.
REFLEXIONES:
Muy bien hermanos, de esta lectura tan profunda en conocimiento y sabiduría, sacamos como conclusión que el hombre esta compuesto de verdad (El espíritu) y falsedad (El cuerpo), le pregunto a usted ¿Cuánto se preocupa de lo falso?. Mucho verdad, para comenzar todos los días se levanta se asea, toma en la mañana su desayuno, en la tarde almuerza y en la noche cena; se viste de acuerdo a las estaciones, a la moda, a las exigencias del trabajo o al poder adquisitivo que posee; se da un tiempo para trabajar, divertirse y otros quehaceres cotidianos; ¿Cuánto nos preocupamos de la parte verdadera, mejor dicho de nuestro espíritu?, Estoy seguro que la mayoría contestaría: Muy poco o casi nada, y han dicho la Verdad.
Esto hermanos es el gran problema de nuestra sociedad, y contra estos malos hábitos tenemos que luchar.
Probablemente me preguntaran como preocuparnos por nuestro espíritu, la respuesta es sencilla, primeramente acérquese a Jesús, leyendo los Evangelios, concuerde con la voluntad de Jesús, cuando practicamos sus enseñanzas, cuando cumplamos sus mandamientos y cultivemos valores.
Jesús nos heredó un Gran Mandamiento: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
Amigos no soy perfecto, no estoy libre de pecado; pero estoy convencido de que todo ser humano que ha llevado una vida disipada, una vida de imperfecciones, puede cambiar, simplemente acercándose a Jesús y poniendo mucha fuerza de voluntad, ansias de cambiar y sobre todo mucho amor.
Un abrazo
Que Dios les bendiga
Felicidades y éxitos
Atte.
Carlos Félix
reflexionahoy@gmail.com
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